Materiales para colchones

La construcción de un colchón se realiza desde dentro hacia fuera (mediante capas superpuestas). Existen dos tipos principales de colchón en el mercado: el clásico, hecho de bobinas de acero y con muelles interiores, y los más modernos, hechos con espuma con memoria, una espuma muy densa fabricada mediante poliuretano o látex.

Las distintas capas que forman el colchón están pensadas para ajustarse a la forma del cuerpo y absorber todo el movimiento posible, de forma que los movimientos durante la noche no sean un motivo para no descansar.

A continuación analizamos los principales elementos y materiales que pueden formar un colchón:

  • Espuma: es un material suave que ayuda a regular la temperatura y alivia los puntos de presión absorbiendo el movimiento. La espuma puede ser espuma con memoria, espuma con memoria en formato gel, espuma de poliuretano o espuma viscoelástica.
  • Poliéster: se usa como relleno en los colchones y fundas.
  • Lana: se puede ver en algunos colchones para dar una comodidad extra y mejorar la regulación de temperatura.
  • Algodón: este material se usa dentro y fuera del colchón por sus propiedades transpirables.
  • Adhesivos: sirven para unir las distintas capas y materiales de los colchones, consiguiendo junto con las costuras un ajuste perfecto
  • Retardadores de fuego: en muchos colchones, especialmente en Estados Unidos donde existe una normativa la respecto, se obliga a incorporar en el colchón materiales no inflamables.
  • Bobinas de acero: forman los muelles dentro de los colchones convencionales, que actúan como un soporte firme de la estructura.

Si estás buscando más información acerca de colchones, te recomendamos darle un vistazo al sitio especializado colchonesofertas.es

Otros tipos de colchones, algo menos habituales, que pueden estar formados por otros materiales son:

  • Colchones de agua: usan el agua como sistema de apoyo principal, lo que puede resultar muy cómodo para algunas personas que duermen boca arriba. Las camas pueden ser «con olas» (teniendo el agua con un flujo de movimiento libre), o «sin olas» (donde las fibras limitan el movimiento del agua).
  • Colchones de aire: teniendo muchas similitudes con las camas de agua, en este caso se utiliza el aire como soporte principal. Algunos modelos permiten ajustar la presión del aire con distintos parámetros para distintas zonas del colchón.
  • Colchones con base ajustable: están pensados para camas que nos permiten elevar ciertas zonas de la base, como el cabecero o la zona inferior de las piernas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *