El fimo es arcilla polimérica, material fácilmente moldeable que se utiliza para hacer manualidades, bisutería, complementos como pendientes, anillos, pulseras, y otros objetos decorativos. Después de darle forma, el material se cuece en el horno para que endurezca, a una temperatura aproximada de 120°C.
La composición del material es básicamente PVC. La polimerización de sus componentes es muy tóxica, por lo que se produce en las fábricas en reactores herméticos. Sin embargo, la masa de fimo que encontramos en el mercado ya no es tóxica si no se sobrepasan las temperaturas indicadas de cocción en el embalaje del producto.
El fimo es un material fácil de modelar, similar a la plastilina, que mediante el amasado con las manos queda más elástica a medida que absorbe el calor. Al igual que la plastilina, se comercializa en una amplia gama de colores, que pueden mezclarse entre sí. Después de darles forma y ser sometidas al proceso de cocción, las piezas ya se pueden cortar, barnizar o pintar.
Existen diversos proveedores de fimo en el mundo:
- La marca «Fimo» de Staedtler es la más comercializada en España, y proviene de Alemania. Suministra prácticamente a todo el mundo.
- «Kato Polyclay», en los EE.UU.
- «Sculpey», también en los EE.UU.
- «Cernit» en EE.UU. y Canadá.
- «Clay Color», etcétera.
