Existen cuatro grandes grupos de materiales para reciclar en casa, cuyo reciclaje está muy organizado en la mayor parte de los municipios porque se trata de materiales de uso muy común en la vida diaria. Estos son: el papel, el plástico y el aluminio/latas, el vidrio, y las pilas.
- El papel: El papel es fácilmente reciclable y biodegradable. Aunque puede elaborarse papel nuevo a partir de papel reciclado, en el proceso se pierde el 25% de la materia, por lo que hay que añadir más celulosa vegetal.
- El plástico y el aluminio/latas: El plástico es un material maleable muy barato, pero no es biodegradable. Un vaso de plástico puede tardar 1.000 años antes de desintegrarse, por lo que su presencia en la naturaleza contamina la tierra y los océanos, y su estructura se modifica con el calor y las sustancias. Se calcula que más de 100.000 animales marinos mueren cada año por ingerir materiales plásticos al confundirlos con alimentos, por eso siempre se deben depositar en los contenedores respectivos. Por otra parte, para extraer la bauxita con la que se fabrica el aluminio, se deforestan las selvas tropicales, y además su producción libera dióxido de carbono a la atmósfera. Por todo ello es importante su reciclaje.
- El vidrio: El vidrio es un material barato, que se puede esterilizar y resiste altas temperaturas, es relativamente inerte, y se puede reutilizar indefinidamente y fácilmente. Para reciclar vidrio en casa, se pueden usar una papelera con tapa, y después llevarlo a los contenedores reservados para ello. Conviene limpiarlo antes de almacenarlo.
- Las pilas: Una pila de botón puede llegar a contaminar 600.000 litros de agua marina. Son altamente venenosas, los tóxicos pasan directamente a los seres vivos y entran la cadena alimentaria, por lo que es muy importante reciclarlas. Se deben guardar en un envase de plástico y llevarlas a los puntos de recogida.
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